Allison is a three-time Emmy-nominated journalist with a decade of experience in media. She has covered major national stories like the aftermath of the Charlottesville "Unite the Right" rally and President Trump's "travel ban" in the Fourth Circuit Court of Appeals.
She became a journalist to speak for the voiceless, like her severely disabled sister, and uses her platform to shed light on important issues that affect people with disabilities and other vulnerable and disenfranchised communities. She won a Catalyst for Change award from the ARC of Virginia for the impact of her reporting and an Emmy nomination for an investigation exposing neglect and abuse at an assisted living facility. Allison also co-founded a production company, BirdMine, in 2020 with the goal of amplifying underrepresented and underserved communities.
Her goal as a journalist is to leave the world a better place by spreading hope through her work while ensuring the truth is always told and wrongdoing is exposed.
Cuando la hija de Laura Fellows tenía apenas 2 meses, esta madre primeriza notó unas manchas ásperas, rojas y resecas en la piel de sus mejillas y atrás de sus rodillas. La piel parecía inflamada y la comezón de su hija no paraba. Afortunadamente, ya tenía agendada una consulta médica mensual para su recién nacida. En dicha consulta, su hija recibió un diagnóstico de dermatitis atópica, una condición que también se conoce como eccema.
“Sospechaba que era eccema”, dijo Laura. “Y los doctores lo confirmaron”.
Eccema es una condición que hace que la piel de una persona se inflame, se vuelva roja y haya comezón. Y según el Dr. Lawrence Eichenfield, el jefe del departamento de dermatología pediátrica y para adolescentes de Rady Children’s Hospital en San Diego, eccema es extremadamente común en los niños. El Dr. Eichenfield dijo que entre el 12 y 15% de los niños en Estados Unidos reciben un diagnóstico de eccema en sus primeros años de vida y el 70% de ellos desarrolla el trastorno antes de tener un año.
El eccema puede ser causado por varios factores, incluyendo genéticos, activadores medioambientales y el estrés. Para algunas personas, podría ser el resultado de una alergia o de algo que irrita la piel. Las señales, síntomas y gravedad del trastorno varían. Por ejemplo, el eccema puede tener una apariencia leve y puede mostrarse como piel reseca, pero también podría haber comezón o tener la apariencia de erupciones quebradizas. En algunos casos, la piel podría incluso parecer escamosa, áspera, sarrosa o incluso podría tener la apariencia de sudoraciones de pus.
No se conoce una cura para el eccema. Las opciones de tratamiento tratan de sanar la piel afectada y evitar brotes de los síntomas. Según el Dr. Eichenfeld, no hay un plan de tratamiento que se adapte a todas las personas, las opciones son diferentes para todos. Por eso, es muy importante para los padres que sospechen que sus hijos tienen eccema que visiten un proveedor de servicios médicos cuando vean la primera señal.
“Algunas medidas estándar incluyen tratar la piel seca usando humectantes después del baño y adicionalmente en cualquier lugar de la piel que muestre resequedad, así como cuando se noten señales tempranas de eccema”, dijo el Dr. Eichenfield.
Si los humectantes estándar no alivian los síntomas, los doctores podrían recomendar otras alternativas que los padres pueden utilizar, incluyendo cremas esteroides que se venden sin prescripción médica, tales como hidrocortisona. Además, se pueden usar antibióticos para controlar la condición si alguna mancha causada por el eccema se infecta. Minimizar la exposición a irritantes o alérgenos podría ser útil para reducir los síntomas. Y podrían aplicarse inyecciones en casos más graves.
El pediatra de Laura sugirió usar algunas cremas para tratar el eccema de su bebé, pero las erupciones en su cuerpo no disminuyeron. Su doctor recomendó entonces una crema con hidrocortisona para los brotes. Funcionó al principio, pero Laura pronto dejó de aplicarla y el eccema reapareció. Otro problema al que los padres como Laura se enfrentan es que las cremas esteroides no pueden usarse a largo plazo debido a efectos secundarios potenciales, tales como la reducción del grosor de la piel o cambios de color de las áreas afectadas y moretones.
Después de probar todas las opciones posibles que no requerían prescripción médica, Laura finalmente decidió visitar un dermatólogo pediátrico.
Los dermatólogos pediátricos pueden prescribir medicamentos antiinflamatorios, lo cual incluye una amplia variedad de esteroides tópicos con efectos leves a potentes. También pueden prescribir algunas cremas tópicas no esteroides, así como terapias leves y biológicas para calmar la comezón de erupciones de eccema.
En algún momento, el dermatólogo pediátrico prescribió una crema tópica no esteroide para la hija de Laura. La aplicó a su hija todos los días durante un año, y funcionó; ya no tenía manchas de eccema.
Laura no tenía ningún problema para agendar consultas con un dermatólogo pediátrico que su doctor de cabecera recomendó, pero ese no es el caso para todos. La hija de Brittany Haltzman-Cassenti recibió un diagnóstico de eccema cuando tenía 10 meses y llamó a casi una docena de dermatólogos pero no pudo agendar ninguna consulta.
“Es porque están limitando sus agendas por la Covid”, dijo Brittany. “No quieren tener personas en la sala de espera y menos doctores están trabajando. Ha sido muy frustrante”.
Brittany proporciona tratamiento a su hija con cremas esteroides y no esteroides que se venden sin prescripción médica y su pediatra está haciendo seguimiento del eccema.
El Dr. Eichenfield dijo que la mejor forma de encontrar un dermatólogo pediátrico es a través del pediatra del niño o del doctor de cabecera de uno de los padres. Los padres también pueden buscar en el sitio web de la Society for Pediatric Dermatology [Asociación de dermatología pediátrica]. Pero si un dermatólogo pediátrico no está disponible, como lo que sucedió con Brittany, el Dr. Eichenfield recomienda acudir a un dermatólogo regular que haya recibido capacitación pediátrica.
Desafortunadamente, muchas comunidades enfrentan obstáculos para obtener atención médica y no todos tienen el mismo acceso a dermatólogos pediátricos. En algunos casos, dijo el Dr. Eichenfield, esto se debe a que no hay una distribución uniforme de dermatólogos pediátricos en EE.UU. puesto que la mayoría están ubicados en las ciudades más importantes y en las zonas costeras.
En otros casos, las diferencias y desigualdades de atención a las que se enfrentan las comunidades, específicamente las comunidades de personas con piel negra y morena, son el resultado de una mezcla de factores, que pueden ser sociales, económicos, regionales o incluso políticos.
“Si las personas no tienen una relación de confianza con un doctor de cabecera, podría ser difícil abordar problemas cuando éstos surgen”, dijo el Dr. Eichenfield.
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También dijo que muchos miembros de comunidades marginales a menudo no participan en métodos de atención preventiva, tales como visitar a un especialista si surge un problema. En vez de eso, a menudo utilizan salas de emergencia o instalaciones de cuidados de urgencia si sus síntomas se vuelven insoportables. Esto se debe a que frecuentemente no cuentan con un seguro o tienen un seguro que no es lo suficientemente bueno.
“Por ejemplo, en la comunidad dermatológica general, hay muchos dermatólogos que tienen tanto trabajo que no aceptan Medicaid. Y si no tienen un reembolso que consideren suficiente, no atenderán a estos pacientes. Y entonces se da una situación en la cual la atención es desigual”, dijo él.
El Dr. Eichenfield también indicó que los planes de seguros privados varían significativamente y los servicios de dermatólogos generales o pediátricos podrían no estar cubiertos.
Según el Dr. Eichenfield, hay tres veces más pacientes con eccema en EE.UU. que hace 40 años, y cree que podría ser un resultado de cómo los sistemas inmunológicos de los seres humanos han evolucionado o podría deberse a cambios medioambientales tales como la contaminación. Pero a pesar de que ahora hay más gente que antes con eccema, especialmente niños, el Dr. Eichenfield dijo que los tratamientos han mejorado mucho, incluyendo cremas y medicamentos no esteroides, así como medicinas orales o que se inyectan en el torrente sanguíneo para calmar la inflamación, e incluso ahora contamos con fototerapia o terapia de luz para niños.
Laura está agradecida de que el eccema de su hija finalmente esté bajo control, a pesar de que tuvo que probar muchas alternativas para que eso suceda. Ella anhela un futuro en el cual los trastornos de la piel, tales como el eccema, se entiendan de mejor forma y desea que hubiese un tratamiento universal que sea útil para más personas.
Este recurso se preparó con la asistencia de Pfizer, Regeneron and Sanofi.