Shannon Shelton Miller is an award-winning writer and journalist who specializes in education, parenting, culture and diversity, sports, and health and beauty articles. She has been published in the New York Times, the Washington Post, ESPN.com, Slate, InStyle and the Huffington Post.
Información sobre los principios básicos del cáncer colorrectal, quién tiene más riesgo y cómo puedes incrementar tus probabilidades de supervivencia si desarrollas la enfermedad
El cáncer colorrectal se origina en el colon o en el recto, y también se conoce como cáncer rectal o de colon, dependiendo de en qué lugar se encontraron por primera vez las células cancerosas.
El colon es la parte del intestino grueso a través del cual se mueve la comida y el recto es la parte inferior del colon donde se almacenan los desperdicios antes de que salgan del cuerpo por el ano.
Se estima que se diagnosticarán 106 000 casos nuevos de cáncer de colon y 44 850 de cáncer rectal en 2022.
Los factores de riesgo incluyen el envejecimiento, la obesidad, beber demasiado alcohol y antecedentes familiares de cáncer.
Los hombres tienen un mayor índice de cáncer de colon (30% mayor) y un índice aún mayor de cáncer rectal que las mujeres (60%). El cáncer de colon es más frecuente en poblaciones negras no hispánicas y menos común en poblaciones asiáticas.
Cuando se desarrolla cáncer rectal, se forman tumores en la superficie del colon y del recto y aumentan de tamaño para convertirse en masas pequeñas conocidas como pólipos. Si se detectan temprano, los pólipos pueden removerse, pero de lo contrario, pueden trasladarse a lugares más profundos en los tejidos, pueden invadir los ganglios linfáticos y, finalmente, podrían propagarse a otras partes del cuerpo.
Si tienes antecedentes familiares de cáncer colorrectal u otros factores de riesgo, incluyendo el haber tenido otro tipo de cáncer, habla con tu proveedor de servicios médicos (HCP, por sus siglas en inglés) para determinar a qué edad deberías empezar a tener examinaciones. Podría ser antes de los 45 años.
Tu estilo de vida y tu dieta podrían reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Las personas pueden reducir su riesgo reduciendo su peso, su consumo de alcohol, dejando de fumar y disminuyendo la cantidad de alimentos procesados y de carne roja que comen. Hacer ejercicio regularmente también es útil para reducir el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal.
El cáncer colorrectal podría no causar síntomas inicialmente, pero los pacientes deberían visitar a su HCP si notan síntomas tales como diarrea, estreñimiento o si las heces son más delgadas por más que algunos días; sangrado rectal; sangre en las heces; cólicos o dolores abdominales; debilidad y fatiga; o una pérdida de peso que no tiene explicación.
Hay algunas formas para identificar el cáncer colorrectal, incluyendo la detección de sangre en las heces, la medición de cambios del ADN en las heces y una colonoscopía, que es una prueba directa del colon y del recto mediante el uso de un instrumento conocido como colonoscopio. Este instrumento se inserta en el recto y se utiliza para examinar el tejido del colon. También se usa para biopsias o para remover cualquier área sospechosa.
El tratamiento de cáncer colorrectal se determina en función de su etapa en el momento en el que se emitió el diagnóstico. Los cánceres de etapas tempranas que no tienen evidencia de invasiones profundas o de propagación pueden tratarse con una cirugía, sin recurrir a otras medidas una vez que la enfermedad se propaga a los ganglios linfáticos, los pacientes recibirán otros tipos de tratamiento, tales como quimioterapia o inmunoterapia después de la cirugía para reducir el riesgo de que la enfermedad vuelva a aparecer.
Los pacientes que tienen una enfermedad avanzada que se ha propagado a órganos distantes tales como a los pulmones o al hígado deberían recibir tratamiento inmediatamente. El equipo médico del paciente decidirá el mejor curso de tratamiento.
Para el cáncer rectal, los pacientes frecuentemente reciben quimioterapia y radiación antes de la cirugía. Este proceso se conoce como terapia antineoplásica total o TNT, por sus siglas en inglés. Si esos tratamientos eliminan el cáncer, algunos pacientes podrían no necesitar una cirugía. Incluso cuando se necesita una cirugía, la TNT puede ser útil para mejorar los resultados para el paciente y los índices de supervivencia del cáncer.
Investigadores están trabajando para mejorar futuros tratamientos de cáncer colorrectal evaluando las células cancerosas de todos los pacientes para determinar qué tan buenos fueron resultados de sus tratamientos actuales y hacer ajustes, si fuese necesario. Los HCP usualmente eliminan las células cancerosas durante una biopsia o antes de la cirugía.
El cáncer colorrectal no tiene que ser una sentencia de muerte. Hacer cambios para tener un estilo de vida saludable, implementar examinaciones en forma regular y trabajar estrechamente con tu equipo médico para desarrollar un plan de tratamiento puede incrementar tus probabilidades de supervivencia a largo plazo de esta enfermedad.